Destiñéndo al compás de la lluvia.

miércoles, 26 de junio de 2013

Trigger.

No tiene sentido, anula los mismos.
Todo se reduce al momento en que encontrás la canción perfecta,
y el infierno sienta bien.
No quiero saber, no quiero creer.
Queda más de marchitar que de florecer,
y el anhelo de lo sufrido esperando ser candado,
no estar enamorado, no estar enamorado.
Me recuesto en ilusiones,
me pierdo en al ayer,
y si el viento amainara,
eventualmente, crecer.
El algodón tiene espinas,
la negación es morfina;
menos y menos no es más,
la caída es repentina.

sábado, 15 de junio de 2013

Azufre

No voltees, no voltees.
Allá en el claro se ven los fuertes,
aquí en el alba sólo hay infieles.
Las guerras mentales ya no van más,
la autoflagelación es pura y neta,
la insipidez vuelve a pesar.
Un gigante se vuelve nadie,
un puñal no más punzante,
y un aroma daña más,
que no poder mirar atrás.
Vuelve a mi ser el respiro,
la sublime calma del olvido,
espera con suaves silbidos,
la vuelta del león.

miércoles, 5 de junio de 2013

A little fall of rain can hardly hurt me now.

Entre tantos otoños naufragamos,
entre tantos cielos de abril,
la lluvia es condimento y el ansío, febril,
y cómo podré temerle a la muerte,
cuándo todo lo que quiero está aquí.
Siendo tan eternos y tan limitados,
me apoyo en tu sien,
y tras largos diluvios, el dolor no golpea otra vez.
Y cómo poder sentir,
cómo poder morir,
si desangrarse no está permitido,
si tus ojos veré partir.
No buscaré formas en las nubes,
no oiré a los pájaros cantar,
en tanto estés aquí,
qué más podré necesitar?
Sé mío, y de nadie más,
que el dolor tu alejas,
que el sol no está detrás.
Seré tuyo, sin más dudar,
que el frío no asusta,
más que los ojos cerrar.
Y tu presencia no encontrar,
y tu respiro no sentir,
y el suave grito del mundo, extinguir.

viernes, 31 de mayo de 2013

To replace you.

A cigarrete that lasts two songs,
the twilight is never wrong,
be there for me, I say,
be my only, be my place.

The sweet agony that comes every night,
and you can't stay and hold me tight
and hold me close, and be my guide
and heal the scar, and I'm alive.

I don't know where is the treasure,
but I'm addicted to pleasure,
there is no drug that can measure,
the lack of beating in my heart.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Tidal wave.

Puedo ver tu reflejo en el humo, puedo apagar tu fuego con mis manos.
Puedo verte deambular a la luz de la luna, puedo sentirme naufragando.
Acecha en mis sienes un mundo alterno, en el que el agua es fuego y yo me quemo
pisaremos el cielo entre pausas y deshielo.

No puedo descifrar el plano metafísico en que me encuentro,
porque el mundo es en tus brazos, porque el mundo es en tu pecho.
Y mil alondras pueden pasar, y mil sonetos yo cantar,
pero la sabia que brindás, yo no puedo saborear.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Drowning.

Me inunda la penumbra.
Hay lobos al acecho y cual corderos nos entrelazamos.
Entendemos el significado de la unión hace la fuerza, pero sin armas estamos desahuciados.
Porque somos abstractos, y entre tanta hiedra es difícil ver el sol.
Sé mi timón, sé mi dirección.
Bautiza mis omóplatos con tu intenso néctar,
cuán ilegal podrá ser?
Pero siempre he temido al vacío, y entre mil fauces de lobo, el camino se ha perdido.
Ya no nos atan los mismos hilos, fueron dibujados y ya desvanecidos.
Amarrarnos bien fuerte. Salir del río.

martes, 25 de septiembre de 2012

Lunares.

Puebla mi mente de un amanecer blanco, frío, oscuro. Tres yemas colonizan mi columna espinal. Y un par de labios secos bautizan el sueño, lo hacen real. Porque tus brazos mil vueltas dan, y el estrangulo alarga el pasar. Por qué tu voz suena tan leve? Por qué acortar la tierra con mar? Y así un térreo paisaje a nuestro alrededor, volviese castillos y adoquines tras tenor. Podrá el invierno pausado llegar, e ir haciendo al viento pasar? Pregúntale al aire que tanto ha de entrar,  cuán lento nos va a matar. Y uso tus lunares cual estrellas, para ubicar mis pies y cabeza. Seis meses de invierno. Ya no aguantarán.

martes, 14 de agosto de 2012

Térreo.

Un botón, sólo un botón.
Quedó sorprendido al ver un botón en el medio del asiento, de igual manera se sentó, mientras las alondras hacían ruido desde afuera.
2012, quién iba a decir que en agosto de 2012 iban a hacer más de 20 grados. Pues era un día aceptable para disfrutar, para dormir, para repasar.
Y así como cada persona tiene su costumbre o mambo con la vida, Leon tenía el suyo con repasar.
Ante cada momento oscuro, triste, onda gisáceo, Leon repasaba. A veces recurría a su pensamiento de cómo el mundo funciona cual mecanismo. Entonces analizaba estadísticamente cada situación. Y decía, si yo he pasado el día de esta forma, no puedo esperar que mejore. Ante cada situación, dibujé una sonrisa curiosamente honesta. Tengo música en el ipod, hace años que no tenía música en un micro por miedo a los asaltos, entonces también estaba contento. Observé tantas cosas, casi como si el tiempo no pasara. Como vestimentas, lenguajes, etc. Las personas en el micro son todo un sistema. Si no poseés la ropa correcta para el momento del día, estás rompiendo el sistema. Las miradas van de aquí hasta donde el ojo soporta, cada persona analiza color de vestimenta de la otra y saca sus conclusiones. Ella es secretaria, a esa mujer se le rompió el auto y no saber pagar el micro, etc. Entonces recordás, tenés por primera vez un llavero, tu llave no poseía nada más que una cinta que te regalaron, hace tiempo, de pasada. Ningún significado. Ves contento el llavero y lo colocas en la llave, otra vez sonríes. Es que el tiempo no pasa y yo sigo pensando. Que feo sería que me asalten, o que me violen. Que feo sería morir. Entonces un luz de anticuada presencia se iluminó en mi cabeza. ¿Y si repaso que me falta por vivir?
Entonces comienzo.
He tenido una vida de libertinaje. Ha sido el infierno en matices y saturaciones. He sido feliz en todo aspecto y poseo un orgullo admirable. Ansío conocer más, debe ser eso el acelerador de endorfinas en mi sangre. O de última, será el hecho de no poder tenerlo más. Leon, fallaste al analizar. Si todo va bien, y no se ha hecho nada bueno, algo debe andar mal. Pero por supuesto, quedan minutos de vida y has analizado todo. ¿Será eso de lo que hablan acerca del pantallazo de la vida antes de la muerte? Y todo va perfecto, la próxima parada toca el timbre y es momento de salir a la vida, al sol, en tu mundo grisáceo. Soy un matiz en tierra, y quiero engañar al ambiente. A veces quisiera ser un animal y camuflarme con toda cuestión, así el mundo sería más llevadero. Invisible, obsoleto, un foco y un ojo, es todo lo que pido. El camino se vuelve turbulento, y yo imagino la situación. Mis neuronas están cien por ciento desactivadas y alarmas en mi cabeza suenan de "la muerte está cerca". Un camión sin frenos, un tiro sin intención, uno con intención. Un choque de micros, un asteroide, una caída. Un golpe, una fallo, una tristeza. La verdad es que el mundo ofrece alta gama en recursos para morirse, de modo que tenemos control. Si queremos morir, podemos hacerlo cuando queramos. Si podemos vivir, ya no. Eso está pautado, las necrológicas siempre van a decir nuestro nombre, sólo falta un sabio que las escriba. Entonces por qué no morir? Por qué no ser los matices alucinados los últimos en ver? Por qué habría de volver al problema cotidiano? Por qué? Ves el llavero que te regalaron, son señales de estar llegando a casa. Bueno, puede ser que me maten en la puerta de mi casa. ¡Cuánto drama! y eso que es de día y hay tierra en el aire. Pocos segundos después, una presencia aparece en el radar. Ese radar imaginario que muchos tenemos cual sentido arácnido, y el cuál podemos activarlo cuando hay amenaza cerca, es casi como si el límite de la vida no fuera parte de la vida. Es leer un libro de 400 hojas y abandonar en la 398. Ingresa al cálido y reconfortante ambiente que de memoria conoce, disputa el quehacer de la tarde. Las cosas están bien, puedo respirar, siento alegría por los poros. Dos horas después, estoy acostado, recordando mi repase, escuchando música hasta que mi oído medio quede paralizado y anule mis neuronas para poder disfrutar una siesta. Dos golpes, preocupaciones. Hay que abrir la puerta. Morir de la curiosidad, que anhelo, que misterio. Es como si tu película se acabara pero dejara al espectador con la duda, con una parte dos. Abres la puerta, un leve soplido invade tu frente, pero ni una presencia. Medio minuto después, el micro hace ruído, estás bajando. Y todo va perfecto, la próxima parada toca el timbre y es momento de salir a la vida, al sol, en tu mundo grisáceo. Soy un matiz en tierra, y quiero engañar al ambiente. A veces quisiera ser un animal y camuflarme con toda cuestión, así el mundo sería más llevadero. Invisible, obsoleto, un foco y un ojo, es todo lo que pido. Ahí es cuando el reloj para, la fantasía de descubrir lo que va a suceder es tan insoportable que el mismo segundo de gloria es irrepetible. Y si puede ser, en verdad, irrepetible, pero ser a la vez lo último que mi cabeza redacta. Micro a 40 kilómetros por hora, frenando. Un chirrido del abrir de la puerta. Un arroje al vacío. Y negro, y negro, y negro.Un camión sin frenos, un tiro sin intención, uno con intención. Un choque de micros, un asteroide, una caída. Un golpe, una fallo, una tristeza. Un camión sin frenos, un tiro sin intención, uno con intención. Un choque de micros, un asteroide, una caída. Un golpe, una fallo, una tristeza.  Y así sucesivamente.

miércoles, 25 de julio de 2012

Una siesta en tu ingle.


Ansío el adiós del gorrión, que tan sutilmente se posó en tu telón, y abrió mis ojos al alba. Mil texturas describo y entre tantas, fundido. El dulce del carmín baña dos tensos y cálidos abstractos, mientras tu celo calcinado amanece intacto. Los vidrios rotos del tenor, pues entre tantos edificios, increíble que un mundo pueda ocupar tan menudo rincón. Anzuelos de diversos tamaños llaman hoy mi atención, mas no hay más pasión, no hay más ton ni son. Sienes hinchadas y redoblantes marchan hoy, y la adoración marchita en la primer canción. Y aún que bifurcaciones suelen variar, en cada aurora boreal, en cada aurora boreal.

miércoles, 27 de junio de 2012

Ficción, clonazepam.

La desolación, antigua pero paulatinamente renovada sensación, atiborrada de reflexiones internas y evasiones de realidad. Y ese es el punto de salida, ahí empiezan los personajes, y la historia interminable de creación y recreación de una pseudo novela de Agatha Christie donde las muertes son pausadas, dolorosas, y cada uno de los personajes va desapareciendo en continuidad, dejando al más apto para sobrevivir, al nuevo y renombrado auténtico, que de ahora hasta la próxima crisis será el que poblará genotipo y fenotipo de cada uno de mis genes. El problema de elegir un homicida, con un fetiche por la mentalidad débil, se siente peligroso, se siente endorfínico, se siente vida.

Surrender.

Mis manos tan altas, ante tanto cielo imagino, porque al final mi presencia se ha vuelto un estorbo, y en el único lugar donde mi individualidad es apreciada es en mi cabeza. No a todos se nos permite el sueño, no a todos el anhelo. Y es que mis manos no están al aire, libres, sino que son las únicas que no me permiten caer en picada, y el cielo que tanta paz me brinda, se ve opacado por una gran columna, de la cual me sostengo, con la cual milenios he pasado, viendo todo a mi alrededor caer, viendo fuertes volar, sin poder pagar mis alas.

miércoles, 2 de mayo de 2012

What hell feels.

The smell of your back,
a poem of my heart,
the shape on this sheeds darling, will follow you away.

I can use some of your streght, I can use some tenderness
I can feel light, i can feel warm,
like i used to feel when you and I belong.

Silence stops, silence stops
hold my breath, it stands beneath you.
Beg you to leave my heart under the pillow.

This feets don't feel like walking,
this mouth don't feel like talking,
let me tie you up in my shoes,
let me show you what hell feels.

And every tear should leave a hole,
every song a broken heart
every melodie begins, but the long way dissapears.

Tell me you're no good for me,
tell me everything you feel,
my screams might me in silence, but they're still here.

martes, 24 de abril de 2012

Desvanecer.

Todavía no sé.
Hay un pequeño rastro de lagrimas a medio camino de mis huellas.
Y yo todavía no sé.
Nilos recorren mi iris esperando, no sé, escuchar desde tan lejos tu canción.
Y no hay café que me despierte de este infierno.
Pero aún siento tus manos en mis hombros, aún puedo sentir sentir tus dedos.
La ley de la atracción nos falló una vez más, somos tan iguales, casi reflejos, casi espejos.
Y esta infinita tormenta de arena, que arrastra sentimientos, que seca todo. Estas llagas no duelen nada, comparado al eterno silencio de tu parte.
E invento un mundo alrededor de tu sonrisa.
En el que vivo, en el que muero.
En el que no siento el puñado de arena que sueltas sobre mi ataúd.
No juguemos más a escondernos, no fuimos hechos para estar lejos.

jueves, 5 de abril de 2012

Got no heart.

Be gone, be thrown,
you're some sort of sickness,
I've fought them before,
nothing new, nothing new.

My hands, my eyes,
can dry for a few times
and my feets, they can stop sometimes,
underneath this shell, underneath the shield

Although you know, beg you to learn
throw the sheeds away,
you can be black, you can be fire,
you know i'll keep frozen
I have no heart to be broken.

Stop to crawl down the floor looking for remedies,
stop bringing sugar home, honey.
The heels outside are so many,
and now we know we'll go out hunting.

Turn off the lights, the cigarrette too,
no kisses, thats for losers,
drawn in my eyes, be something,
I just beg you to remember,
I have no heart to be broken.

Wish I could cry, wish I could stay,
remember the good and the bad ones,
remember the full ones,
there's no room for empty, for the hollow ones.

Give me a heart for you to break, if that's what it takes to have you.

viernes, 30 de marzo de 2012

Salvajismo I

Cayeron dos pétalos directo de tus labios.
La arena se oscureció, una exacerbada metamorfosis los convirtió en perfume, perfume en la arena.
Tu cuello a su lado, con un resplandeciente reflejo por parte del amanecer, yacía con tus dedos a sus costados. Gritando celosía entre paredes y mar. Puro mar.
La tierra se desvanecía, podíamos sentir nuestras vidas cruzar nuestras cabezas. Un instante de parloteo incesante y unas cuantas palabras sin amor, sin nada.
Das un beso, en piel, sentís piel. Una luz viene a tu mente de los pétalos cayendo, del perfume evaporándose. Y llega a tu mente la idea, de que quizás el mundo se cayó, al caer sus labios pétalos de rosa. Te precipitas a la arena, en busca de los mismos. No volvés a ser el mismo sin ellos, no podés resistir la vida sin un último beso. Hundes la cabeza en la arena, buscando con los ojos sangrando la última arteria que le queda a tu corazón. Tus pupilas se dilatan, has perdido la vista, ahogaste tus penares en arena, mientras el mundo se acababa y tu par te ofrecía una muerte serena, casi egoísta, de puro amor. Resignaste todo por el miedo de que un par de pétalos cambien la esencia que reinaba tu vida. Moriste en vano, compañero, aniquilaste ante la perdición. No los mató el fin, los mató la obsesión.

martes, 20 de marzo de 2012

Antígeno.

Nadie entiende. Nadie.
Por qué hay canales en mis mejillas.
Y no hay canciones, nada de nada.
El tabaco cae de mis dedos, el alcohol se vuelve agua.
Veo tus tobillos, cada vez más pequeños, alejándose.
Veo un adiós, imagino un hasta luego.
Tiros y tiros de silencios desperdicio, y nunca mi mirada había sido tan bien refutada.
Andá, caminá, dejá un pañuelo caer y no me dejes alzarlo.
Decime que me querés, y odiame al segundo.
Convertimos todo en competencia, pero la hiel que arrojás pudre mis rosas.
E imaginamos que escritores fundarán poemas de nuestro romance.
Pero nene, el romance dura más de tres canciones.
No me retuerzas más, ya estoy seco.
Jugá con mi mente, dibujá sentencias de muerte, dibujate y desfigurate. Siempre lo hiciste.
Pueden haber mil anatomías iguales a la tuya, pero nunca tu piel, nunca tu aroma.
Y entre prosa y prosa, voy dejando todo lo que me enseñaste.
No es tanto, ni tan poco.
Ahora poneme un moño, regalame una vez más. Siempre voy a volver.
Te hace sonreír, me hace tiritar.

martes, 6 de marzo de 2012

Carbón en sus ojos.

Dale, seguí al lado mío cantando tus sonetos y dándole un toque agridulce a todo. Que no te quiero te dije, que no te quiero. Que las cosas a mi modo quiero, que te pongas los zapatos y llames un taxi. Que me des un beso entre la boca y la mejilla y me desees buenas noches. Dejá las partituras, dejá el montón de silencios y que el alcohol que puebla tus venas ahora no te deje caminar. Llamame a los dos minutos y decime te extraño. Las raíces se están haciendo cada vez más profundas, y no tengo una tijera lo suficientemente grande. Los mil libros románticos que estoy leyendo no hacen que corra ni un poquito las sábanas para hacerte un lugar. No hacen que te extrañe, no hacen que te quiera ver. Quiero que tus ojos se vuelvan negros, para no poder verlos en la oscuridad. No quiero que espíes mis sueños, no quiero que me mires con esa sonrisa. Estoy haciendo un delete en mi cabeza y te vas yendo, te vas desvaneciendo. Nene, no quiero tus moralejas, los agudos ya son muchos acá. Caminá rápido, alejate lento, que yo sigo en proceso. Andá, hacete un café, fumate un pucho y eliminame en la cena. Que no te quiero te dije, que no cantes más en mi cabeza.

domingo, 4 de marzo de 2012

Qué hacen dos rosas mirando a la luna?
Porque ya no queda esperanza alguna,
Antiguos inciensos reposan a sus pies,
esperando el amor de aquella vez.

Las espinas apuntan al cielo
sin cesar el absurdo anhelo;
será quién ama tan sabio y loco?
libérase del sofoco.

Crearon una antítesis de vida,
mientras en cenizas morían;
las enredaderas cruzan en sus piernas,
no permiten una locura alterna.

Verán la brisa caer,
congelados han de perecer.
Solas, obstinadas,
grisáceas, desoladas.

Su polen los cegará,
su amargura se interpondrá;
mientras pétalos negros florecen
amor verdadero no merecen.

Podridas en el suelo, oscuras posan
se retuercen, no se rozan;
los vientos ya no las hacen danzar
mueran en paz, no intenten cambiar.

martes, 28 de febrero de 2012

Ghosthunter.

Un litro de café, veinte cigarrillos, una serie de objetivos basados en el olvido.
El primer cigarrillo me habla de vos, mi primer espectro. Tu seudónimo será libido maligno. El mismo aparece cual tira de imágenes formato mosaico en mi cabeza. Muy complaciente, casi sublime, por algún motivo sonrío sosteniendo mi cabeza al hablar de él. Un espejismo dibuja su rostro frente a mí, su cuerpo está nublado pero noto ligereza de ropa y una posición cómoda dejando a la imaginación sus atributos. Libido inclina su cabeza apoyando con delicadeza y fervor sus labios contra los míos. Libido habla de mi como un lujo, de esos que se dan un domingo lluvioso. Esconde su correa en su pantalón, el cual no tardó ni cinco minutos en tirar a mis pies en cuanto entré a su habitación. De naturaleza calmada, tierna y protectora; trato de resaltar sus defectos para no dejarme consumir por la nostalgia, pero todos son dejados de lado por su tanta e infinita energía sexual. Toma entre sus manos mi cintura y un sinfín de universos pasan por mi cabeza. Me empuja hacía el con intenciones de jugar a lo prohibido, de desgastar libertinaje. Acertando sus palabras, comienza la diversión. Los silencios de suspiros y vapores son tan pulcros y a su vez la foto de su dueño en la repisa de enfrente hace a mi conciencia reír a carcajadas. Sus dedos entre los míos vuelven a mi cabeza haciendo escapar un gesto de alegría mezclado con pudor. Tres suspiros de placer, una serie de abrazos nocturnos, un café de madrugada y una despedida silenciosa. Vuelta a la realidad, un espectro más, una anécdota a mis libros redactados en mi mente. Medio litro de café queda, 12 cigarrillos posan.

Una segunda ronda que comienza con un séptimo cigarrillo. Éste tiene una presencia nebulosa, y será apodado Philip. Philip Morris. Cuya historia comienza así.
Un placer a la vista, las rosas lo envidian. Delicadez, humor, dulzura. Y no alcanza, falta el factor X. El factor XXX, para ser más explícito. Philip me posee, me sonríe, me muestra, me agota. Philip no dura ni dos cigarrillos, será porque lo tengo, y esa obsesión por lo difícil y lo complicado se ha vuelto mi obsesión. Él nunca sería mi obsesión. Negaciones abrumantes llenan mi cabeza y me predispongo a enterrarlo, a disecarlo, y usarlo de dispersión. No merece un gasto de café.

Tercero, vencido, acorralado. Contando un noveno cigarrillo. El mismo relata otro secreto, un poco más pútrido, un poco más atiborrado. Saturado diría. Perfección breve.
El mismo es un popurrí de orgasmos y hace que por mis venas corra lujuria. Bajo sus efectos soy brisa, soy desierto. Titilan mis sienes al pensar en él. Un cosquilleo recorre mis omóplatos hasta mis clavículas. Cierro los ojos despacio pero exorbitantemente. Perfección me encierra, me aflije, me acorrala entre sábanas, saca mi respiración y absorbe todo de mí. Desquiciado, encantado, loco y raquítico. Lo anhelo, lo dibujo en humo, lo palmeo y lo desdibujo. El tabaco no alcanza. Entró a mi cabeza y tuvimos una sesión en la mesa de la cocina. Perfección se fue, dejó un vacío de nostalgia. Se llevó un cigarrillo, y dejó sus harapos, así tiene una excusa para traer de nuevo el paraíso a mis ojos.  

martes, 21 de febrero de 2012

De sofoco y brillantina.

Desapareces suavemente entre las luces de la noche y no puedo llamarte. Miras desde la sombra, y tus ojos envían cariño desmedido en pequeñas cuotas, esperando una mirada en retorno; y el iluso romanticismo que hemos creado invade nuestros orgullos y no nos deja arrancarnos los labios bajo los efectos de la drogadicción que nos produce el menjunje de néctares que en nuestras lenguas perduran. Si no puedo cerrar los ojos al tocarte, es por la inmensidad de tu iris que atraviesa cual flechas cada sentimiento de inseguridad que en el momento me agobian. Y ver tu sonrisa mirando desde rincones, con ánimos de acercamiento pero ilustrada y alimentada cobardía nos aleja cada día más, nos consume, nos hace gritar en silencio y despertar en la realidad esperando que el suicidio nos lleve de vuelta al sugestivo poema que escribimos con yemas y huellas. Sé que tengo que decirte adiós, pero la auto hipocresía que terminé desarrollando no me permite alejarme en soledad, no me permite poder recitarte unos últimos versos narrando la tragicomedia de la que hemos naufragado. Dibujemos figuras por última vez con las sombras de nuestras manos entrecruzadas, hagamos el amor sin amor y recordemos cómo era pintar sonrisas en nuestra cara al despedirnos de cada pétalo de este romance tan pulcro e imaginario que intentamos conservar y por más lágrimas que caigan, no podemos. Porque el cristal que nos envuelve es tan frágil que la más mínima brisa convertiría el más hermoso diamante en carbón, convertiría a Neruda en Quiroga; arrastraría a Alfonsina a la costa dejando sin musa a los poetas desposeídos, causaría suicidios masivos, causaría sofoco en mi vientre. Me cansé de jugar, me enamoré de nosotros, pero nunca de vos.

lunes, 13 de febrero de 2012

Conejo blanco.

Alcanzó a correr tan lejos, bajo la sombra de un ejército inventado.
Era necesario, era inevitable, que bajo el sol cayeras, y dejaras evaporar todo lo que te hace vivir por él.
Sus manos te alcanzan. Te tocan, te desarman.
Escaparse es alejarte de sus ojos, pero la lujuria te consume. El deseo te agota.
En tu mente gritás su nombre, en tu mente eres polvo.
Necesitás sus manos, su respiración recorriendo tu pelo, sus dulces y un tanto fríos labios.
Está ocupado, está ocupado.
Convertís en presentes algunas tragedias que te saquen lo miserable.
Y lees sobre Bolena, mientras Hamlet y Macbeth esperan sentados.
Pero nada lo saca, nada lo degrada, sus ojos siguen en tu frente, tan brillantes como cada vez.
Podés tomar su mano, acariciar su piel, endulzar su oído.
Pero entre las mil orquídeas que en este momento lastiman tu mente, es la más brillante, es la más distante, es la más trillada, la más inolvidable.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Fatiga.

Arrastras cadenas en tu andar,
con mil imágenes de pasados que te hacen tiritar;
Imaginas el viento de un suspiro en tu paladar,
e imaginas cuándo te volverá a besar, cuándo te volverá a amar.

Simulando brisas de invierno,
caminamos de la mano, nos envidia lo eterno;
y bambalinas vuelan a nuestro paso,
con muecas de alegría, escondiendo el fracaso.

Cantamos sin hablar,
bailamos sin danzar;
nuestras costillas se cruzan, nuestras miradas también;
pero lágrimas caen, escondiéndose en tu sien.

Y hacemos espectáculos,
de pétalos, de siluetas;
pero hay tantos obstáculos,
nos rendimos a metros de la meta.

sábado, 4 de febrero de 2012

Hope.

Camina sobre mis pupilas, cada paso como agujas.
Se amarra a mi cintura, juega con mi vida.
Pasa sus uñas por hombros, respira en mi nuca atravesándola.
Dibuja constelaciones en mi mirada, aniquila todo alrededor.
Jugamos a tus juegos, qué más puedo perder?
Miramos el cielo. Miramos el humo saliendo de nuestros labios.
Perfumamos de olor a deseo la habitación.
Desapareces en la esquina, tus cigarrillos están húmedos. Tu mente también.
Creamos un santo sudario entre sábanas y cenizas.

jueves, 2 de febrero de 2012

Huellas.

Me enseñaste a volar entre estambres.
Hiciste al amanecer acariciar mi cara, hiciste de tus pupilas un elixir adictivo.
Quiero tus soles, quiero tus matices, quiero tus colores.
Muerdo el fuego, muerdo el agua.
Grito entre sombras, callo entre sábanas.
Llego a la cima y caigo al abismo. Compro un orgasmo ahogándome en el Nilo.
Tu adiós fue un ramo de flores.
Una orquídea por el primer día, un lirio por la metamorfósis, una rosa por nuestros labios descansando juntos.
Escondiste pétalos en nuestro andar, tu marcas la flor del final.

viernes, 20 de enero de 2012

Necrológicas adúlteras.

"Como a un mar dulce, como a un ocaso en verano, así te amaba" solía decir, a medida que una cuerda ataba.
Ésta colgaba entre un par de vigas y su culpa premeditada, un grito de dolor se desprendía en cada susurro del viento.
Se acabaron los pañuelos, y ella hacía saltos de agua salada mientras danzaba alrededor de un cadáver.
Su cara era irreconocible entre tanto pánico y terror, los cuales trataban de ser apaciguados por las orquídeas a su alrededor.
Se veían cenizas que corrían entre ellos, y de vez en cuando algún poema de amor sobrevolaba y se estampaba sobre su cara.
"Hombre mío, mi hombre, ante tanto sudor que compartiste entre ligas y polleras, aún recuerdo tu sonrisa" gritaba al aire, y el nudo era cada vez más fuerte.
Sus penas y rencores la ayudaban a correr un banco bajo la sombra de las vigas.
Tus lágrimas diburaján su rostro, su sed se habrá templado en cuanto tu pobre mente corrompida no puede vivir sin él.
Lloren juntos el final del atardecer. Ahoguen sus penas en un amor pasajero.
Que el amor para siempre fue creado por Shakespeare y aniquilado junto al mismo Hamlet.
Quisiste un final épico, pero cada amor escribe sus propias páginas, y ante tanta azúcar, la sangre no ha de resaltar.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Llorar un río que no puedas cruzar, y que me veas ahogarme.
Porque ahora me ama, su ojos me llaman, y los tuyos interfieren.
No puedo evitar sentir tu sabor en sus labios; ni cantar escuchando tu voz de fondo.
Reemplazarte resulta paradójico.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Pedirle balas al viento.

Entre olas avasallantes amanecía con aurora en su piel. Ni la más mínima brisa podía correrla, y de antemano un rayo de sol recitaba un par de poemas de amor antes de dejar de respirar. Sus penares le colgaban toldos ante la felicidad que le llovía, y que el no quería. Intrépidos altares de dioses sin nombre levantaba, procurando encontrar protección y resguardo en plena hibernación. Su voz resonaba pero en su cabeza sólo oía los gritos de las tristezas que quería enterrar. Se preguntaba si realmente el sol había salido, o si eran puros espejismos de alegría. Su sonrisa ya no llamaba ángeles, y sus fronteras se habían cerrado a lo que parecía ser un zambullido en el vacío. Los suspiros de varios minutos se sentían como alfileres en la garganta. Ríos corrían por su iris, y gritaba incesantemente ante cada desparramo. Las lágrimas hacían Nilos en su cara y su salado hacía de cada cicatriz un pequeño infierno. Abría puertas en cada pasillo de su mente esperando un golpe de compañía que no fuese la del desánimo. Hacía el amor con sangre en sus ojos y se preparaba para el ocaso. Disparaba con altitud esperando que algún perdigón diera en su frente, y sonreía esperándolo. El invierno terminaba, y en su interior todo iba siendo cada vez más frío, y los copos de nieve en sus entrañas convertían sus gritos de dolor en silencios que ningún amante podía oír. Te entregas a la mar, pero ésta se seca ante tu presencia y cuestionas lo obvio. ¿Es tan difícil morir?

jueves, 15 de diciembre de 2011

Scars all over your bed.

Nunca necesité un cuadro, ni un poeta, ni ser tu inspiración.
Me conformaba con tenerte por ratos, con un rincón en tu habitación.
Me conformé con un par de noches lluviosas, me conformé con las espinas sin llegar a la rosa.
No necesité fortaleza, ni cariño, ni compasión.
Mis gritos eran silencios a tu lado, y los escuchabas, riendo con devoción.
Me dediqué a inventar una historia diferente con cada cuadro en tus paredes.
Te entregué mis yemas, mis manos y frente a tu sonrisa, mis pestañas empapadas.
Olvidarte no fue tortura, sólo un par de lobotomías bastaron.
Los caminos en mi cuerpo ya están limpios; pero ya te acostumbraste a recorrer otros. Disfrutas ser un descarriado.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Tes talons foulent des têtes.

La ciudad se viste Prada y entre tantos colores e ilusiones el viento hace brindar las copas de los arboles.
Tu cabello es un desastre, tus pasos gritan sexo en orgasmos múltiples.
Tu cigarrillo hace de tu boca un infierno y los civiles se vuelven bestias.
Un leve movimiento con tu mano para el tráfico, una simple mirada detrás de vidrios apabullantes desvisten y degradan hombres cayendo a tu paso.
Pero nena, qué esconde tu tráquea que tanto miedo al amor transpiras.
¿Qué tanto hizo de tu appeal un forzoso llanto invernal?
Las brisas nocturnas no se animan a levantar tu falda.
Libera al tigre, princesa. Grita con todas tus fuerzas, que en tu caminar te desplomas y tus fríos lagrimales están cediendo ante esa sonata que en tu oído repites.
Lanza tus granadas al aire, haz fuegos artificiales y que tus ojos se enciendan; que ante Romeo todas mueren, pero tu mentón esta demasiado alto como para observar el caos.

lunes, 12 de diciembre de 2011

De estaciones y estados.

Llegué tarde al tren de las cinco, luego de decirte adiós.
Sin fotos, ni recuerdos, porque en escarcha grisácea se fundieron, y con ésta pinté mi camino al fin.
Así es que me siento, y veo pasar pájaros y otoños, entre andén y andén.
A las cinco y cinco te olvido, a las y ocho te recuerdo.
Las nubes te dibujan desnudo, el vapor te viste, el cielo te resalta.
Veo mis huellas en la nieve, y hago ruido con mi paraguas, porque el tren aún no llega, y yo estoy cediendo a mis lágrimas.
Me siento observado, por tus escondidos ojos en cada copo de nieve. Y ésta me cubre, pero el frío es interior.
Cada edificio es gris, cada casa es lúgubre. Y nos imagino pintando cada una con nuestro ir y venir de pinturas rupestres entre soles de invierno, entre nubes de verano.
Son las cinco y diez, el tren ilumina mi cara. Yo corro al andén, pero el tren no llega, y yo sigo avanzando.
Ha sido decisión de cupido, que el amor ya sufrido, no sirve otra vez. Y el tren arrolla mis penas, el tren arrolla mi ser.